Casi todos estamos de acuerdo en algunos puntos clave que han llevado a la actual crisis. La falta de regulación por parte del estado de las actividades de las entidades financieras, con un comportamiento especialmente imprudente, son una de las causas más importantes.
Pero todo se trata de llegar a un punto medio. Ni dejar hacer todo, ni meterse en todo.
En estos días ha trascendido en diversos medios de prensa, que el gobierno habría presionado a alguna entidad financiera para la concesión de crédito al grupo Marsans. De este modo se habría podido conseguir que se pasara de una situación crítica a una agonía irreversible del grupo.
Si esto ocurrió de esta forma, y así lo indican diversos medios de prensa sin ser desmentidos, es un disparate. Simplemente. Porque el papel del gobierno no es intervenir en negocios entre privados. El papel es dar un marco legal clarísimo y asegurar su cumplimiento. Ni más ni menos.
Imagen: tormo.com