Cuando tenemos una segunda vivienda, la renta que se obtiene de su alquiler suele ser un muy buen negocio, al menos a grandes rasgos. Si la localización es la correcta y el estado del piso a casa es bueno, la rentabilidad de estos negocios siempre es alta. En estos momentos, con la crisis que estamos viviendo, tomar muy en serio este tema puede ser clave para la economía familiar.
Fijar el precio es el primer paso. Tenemos que hacer un estudio comparativo con viviendas similares en localización, tamaño y estado. Eso es simple de hacer hoy día por Internet y no nos lleva más que un par de horas.
Pero hay que saber que el precio varía con la duración de la renta. Cuanto menos tiempo, más caro. En lo personal, prefiero asegurarme más tiempo y sacrificar un poco el precio, ya que evito el riesgo de tener muchos días o semanas en blanco.
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